Sierra de Guadarrama
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Presentación
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se alza en la parte oriental del Sistema Central, una cadena montañosa que cruza de este a oeste el corazón de la Península Ibérica. Compartido por Castilla y León y Madrid, tiene una superficie de 33.960 hectáreas, de las que casi veintiún mil se localizan en la vertiente madrileña, y algo más de doce mil en la provincia de Segovia. Se trata del quinto parque más extenso de la Red de Parques Nacionales, declarado en junio de 2013. Sus límites protegen cumbres, puertos y collados con altitudes que superan los 2.000 metros, y alberga una muestra de ecosistemas de alta montaña mediterránea en el interior peninsular. Es un parque muy próximo a las ciudades de Segovia y Madrid, por lo que la huella humana tiene en la Sierra una especial relevancia.
En el Parque, la roca es la protagonista: gneis, granito, pizarra y cuarcita, en forma de canchales, piedras caballeras, tolmos, domos, agujas y paredes: en el berrocal granítico de La Pedriza, y en la cumbre de Peñalara, la máxima altitud de Guadarrama, con 2.430 metros de altitud.
Ambas vertientes del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su zona periférica han sido merecedoras de la declaración de Zonas de Especial Protección para las Aves. Una de las especies más abundantes y emblemáticas es el buitre negro, la mayor rapaz de Europa, que tiene en España las mejores poblaciones del mundo, con colonias en el Alto Valle del Lozoya en la Comunidad de Madrid y en los Valles de los ríos Moros, Eresma, Pirón y Cega en la Comunidad de Castilla y León. Se trata de una especie catalogada a nivel nacional como vulnerable, de hábitos carroñeros y estrictamente forestal, que sitúa sus nidos en la copa de los árboles.
La mariposa Isabelina, es una especie emblemática en la entomología española. Un insecto nocturno descubierto en 1848 por el botánico, médico y zoólogo Mariano de la Paz Graells, que fue director del Gabinete de Historia Natural y del Jardín Botánico de Madrid. Según cuenta la historia, se descubrió en la Sierra de Guadarrama. Graells regaló el primer ejemplar a la reina Isabel II para lucirlo en su vestido en un acto oficial. La especie fue rebautizada como Graellsia isabelae, en recuerdo del naturalista, y actualmente su nombre científico es Actias isabelae.
LA REINTRODUCCIÓN DE LA CABRA MONTÉS
Existe constancia de la presencia de Cabra Montés en estas montañas desde el Paleolítico, hace 65 millones de años. A finales del siglo XIX y principios del XX, la especie sufría un serio declive en el centro peninsular, y sólo estaba presente en las sierras de Gredos y Béjar. En Somosierra y La Pedriza la desaparición tuvo lugar a principios del siglo XIX, y estuvo ligada a las guerras Napoleónicas. La última cabra autóctona fue abatida por un cazador en los años 80 del siglo XIX en el valle de Lozoya.
Hoy día, la Cabra Montés ha regresado a la sierra de Guadarrama. En 1990, se inició un proyecto de reintroducción en La Pedriza madrileña con ejemplares procedentes de la sierra de Gredos, y la Fundación José María Blanc. En la parte segoviana, se produjo entre 2000 y 2002, con cabras procedentes de las reservas de caza de Gredos, Las Batuecas y Riaño. Debido a la adaptación al terreno y la falta de depredadores naturales, junto con la disponibilidad de alimento y una elevada tasa de reproducción, las reintroducciones fueron un éxito, y hoy es sencillo ver grandes grupos de cabras en los riscos de toda la sierra. El control de sus poblaciones es un objetivo primordial para los gestores del Parque Nacional.
El aprovechamiento de la leña en esta sierra es un derecho tradicional que se remonta a la Edad Media. Los gabarreros eran leñadores que limpiaban el bosque de ramas secas, árboles caídos, troncos muertos y restos de árboles talados. El nombre de la profesión, la gabarrería, se debe al tipo de hacha con la que trabajaban, llamada gabarrera. Transportaban la madera con ayuda de burros, mulas, caballos o carros tirados por bueyes. La leña se vendía para consumo doméstico, y en casos como los gabarreros de Valsaín, el destino era la Fábrica de Vidrio de La Granja o la Fábrica de Loza de Segovia. Los gabarreros mantenían el bosque limpio, evitando plagas y reduciendo el riesgo de incendio. Durante la posguerra, éste oficio fue la forma de sobrevivir en la sierra. Hoy está prácticamente extinguido.
En el oficio de carbonero, conocido también como fabriquero, se elaboraba carbón vegetal a partir de leña de roble. Se transportaba en carros a los pueblos y ciudades de Segovia y Madrid, donde se utilizaba como combustible para estufas, braseros o industrias. Esta actividad se desarrolló en la Sierra de Guadarrama hasta mediados del siglo XX, y fue el más intensivo de todos los usos tradicionales en los montes, lo que produjo la sobreexplotación de numerosos robledales.
Tras unos tímidos esfuerzos repobladores, entre los años 40 y 70 del siglo XX, se reforesta la sierra. Esta historia forestal puede pasar desapercibida al visitante actual, pero existe abundante documentación gráfica que testimonia que es otra sierra la que disfrutaron nuestros abuelos.
Las alturas de la Sierra de Guadarrama siempre fueron estratégicas para sus primeros pobladores. Se conservan restos de calzadas romanas y puentes, que atestiguan la importancia ancestral de estos pasos de montaña. Al comienzo de la Reconquista, el Sistema Central constituyó un territorio fronterizo, escenario frecuente de pugnas entre cristianos y musulmanes. En el siglo XIV, el "Libro de la Montería" de Alfonso XI, menciona por primera vez esta sierra, en relación con la caza mayor. Desde entonces, la actividad cinegética impulsó a los reyes a construir casas de campo y palacios de recreo en la zona: Valsaín, El Escorial, La Granja o Riofrío, han aportado patrimonio artístico al entorno serrano. El siglo XVIII trajo mejoras en las comunicaciones entre las dos vertientes, con los trazados del puerto de Guadarrama y Navacerrada. La sierra fue escenario bélico clave en la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil Española.
Desde la Edad Media, aparecen citas de la sierra de Guadarrama en las obras literarias de grandes escritores españoles. En el siglo XIV encontramos el primer texto literario que cita la sierra, El Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita. Menciona el Puerto de Malagosto como lugar de encuentro entre el autor y "La Chata", una serrana que reclamaba el tributo de paso por el puerto que unía la parte madrileña con la segoviana.
Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza fueron los precursores del nacimiento de la Generación del 98. Entre ellos, el poeta Enrique de Mesa, que escribió Tierra y alma, una serie corta de impresiones de la sierra del Guadarrama, y El Silencio de la Cartuja, un poemario publicado en 1916, fruto de sus retiros en la celda del archivero de la Cartuja de El Paular. Antonio Machado en su obra "Campos de Castilla", retrata la sierra gracias a sus frecuentes viajes en ferrocarril entre Segovia y Madrid. Para Azorín, el paisaje de Guadarrama tuvo gran influencia.
El siglo XX, reunió a intelectuales, naturalistas, científicos, humanistas, artistas, profesores y montañeros para fomentar su conocimiento. En 1923, la Sociedad de Alpinismo de Peñalara solicitó por vez primera la creación del Parque Nacional, y hasta su declaración en 2013, ha pasado por diferentes figuras de protección. En el proceso, oficios tradicionales ya perdidos, han dado paso a las actuales ganadería extensiva, gestión forestal, y a un turismo en auge.

Flora
Abedul
Betula pendula
Acebo
Ilex aquifolium
Alamo temblón
Populus tremula
Alcornoque, chaparro
Quercus suber L.
Aliaga
Genista scorpius
Aligustre
Ligustrum vulgare
Apio rastrero
Apium repens
Arandano
Vaccinium myrtillus
Arraclán
Frangula alnus
Arzolla de roca
Jurinea humilis
Atrapamoscas
Drosera rotundifolia
Bonetero
Euonymus europaeus
Brezo
Erica arborea
Brezo de turbera
Erica tetralix
Campanula herminii
Campanula herminii
Cardo carpetano
Carduus carpetanus
Cerezo aliso o de racimos
Prunus padus
Cervuno
Nardus stricta
Clavelina lusitana
Dianthus lusitanus
Codeso
Adenocarpos complicatus
Consuelda
Saxifraga pentadactylis
Encina alpina
Sorbus chamaemespilus
Endrino
Prunus spinosa
Enebro rastrero
Juniperus communis subsp. Nana
Enebro, Enebro de la miera
Juniperus oxycedrus
Epipactis palustris
Epipactis palustris
Erizo serrano
Armeria caespitosa
Erodium paularense
Erodium paularense
Espino albar, Majuelo, Espino
Crataegus monogyna
Espino cerval
Rhamnus catharticus
Espliego
Lavandula angustifolia subsp pyrenaica
Fresno
Fraxinus angustifolia
Gamón o asfodelo
Asphodelus albus
Grama cebollera
Poa bulbosa
Helecho común
Pteridium aquilinum
Jara estepa
Cistus laurifolius
Jasione crispa
Jasione crispa
Licopodio
Lycopodium clavatum
Linaria nívea o hierbaluco
Linaria nivea
Luronium natans
Luronium natans
Lythrum flexuosum
Lythrum flexuosum
Madreselva pilosa
Lonicera xylosteum
Mostajo
Sorbus aria
Mundillo
Viburnum opulus
Narciso de los prados
Narcissus pseudonarcissus
Narciso rupícola
Narcissus rupicola
Ombligo de venus, Oreja de abad, Sombrerillos
Umbilicus rupestris
Orquídea estival
Spiranthes aestivalis
Palomilla de muro, Picardia o Hierba de campa
Linaria muralis
Peonía
Paeonia broteroi
Pino silvestre o rojo
Pinus sylvestris
Piorno serrano
Cytisus oromediterraneus
Quejigo, Rebollo, Roble carrasqueño
Quercus faginea Lan
Retama blanca
Genista florida
Retama negra, Escobon, Piorno
Cytisus scoparius
Roble melojo, Rebollo
Quercus pyrenaica
Rompebarrigas o joraga
Festuca indigesta
Rusco, Acebillo, Brusco, Acebo menor
Ruscus aculeatus
Sabina albar
Juniperus thurifera
Sauce
Salix atrocinerea
Sedum aetnense
Sedum aetnense
Senecio pyrenaicus
Senecio pyrenaicus
Te de roca
Sideritis hyssopifolia
Tejo común o Tejo negro
Taxus baccata
Tomillo
Thymus vulgaris
Torvisco, Matapollo, Bufalaga
Daphne gnidium
Trébol de agua
Menyanthes trifoliata
Violeta palustre
Viola palustris
Abedul
Categoría
Árboles
Nombre científico
Betula pendula
Descripción
Es un árbol de mediano porte y hoja caduca, hasta unos 30 m de altura, cuyo tronco, no muy ancho, crece recto aunque flexible a la vez. Cuando es joven su corteza es parda, y con los años esta se enrolla sobre si misma resquebrajándose y dejando ver la corteza típica de los abedules, blancuzca o cenicienta. Las ramas principales crecen erectas, su corteza adquiere diferentes tonalidades de verde y de ellas nacen las ramillas terminales que le dan el nombre de péndula por ser colgantes.Las hojas son simples y caducas, se disponen alternamente sobre las ramillas de las que pendulan. Su forma es romboidal y su margen aserrado.Las flores son unisexuales y se presentan agrupadas en amentos colgantes tanto las masculinas como las femeninas. Los amentos masculinos, que agrupan a tres flores, suelen medir de 3 a 6 cm de longitud y están compuestos de escamas verdosas, la flor se compone de 2 estambres bífidos. Los amentos femeninos se suelen encontrar al lado de los masculinos, y están formados por escamas trilobuladas de color verdoso, estos amentos agrupan a tres flores con un ovario formado por dos carpelos y dos estigmas.El fruto son sámaras con dos alas grandes. Se desprenden en grupos de tres junto a la bráctea.
Características
Ditribución
Se le encuentra en las regiones montañosa de Eurasia soportando altitudes de más 2.000 m, aunque en los Pirineos no suele sobrepasar los 1.900 m. En la península Ibérica nace de forma natural en diferentes sierras y cordilleras desde el norte hasta el sur, desde los Pirineos hasta el sistema Penibético pasando por el sistema Central, sistema Ibérico... sobre suelos con preferencia ácidos, húmedos y fértiles. El abedul es una especie cicatrizadora de bosques. Cuando se produce un claro en el bosque el abedul crece en la zona para volver a cerrar la cubierta forestal.OBSERVACIONES En el parque nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici forma bosques mixtos junto a diferentes especies. Crece en los pinares montanos de pino albar.
Hábitat
Curiosidades
Floración
Observaciones

Fauna
Abejero europeo
Pernis apivorus
Acentor común
Prunella modularis
Agateador común
Certhia brachydactyla
Águila calzada
Hieraaetus pennatus
Águila imperial ibérica
Aquila adalberti
Águila real
Aquila chrysaetos
Ajedrezada del yunque
Pyrgus armoricanus
Alcaudón dorsirrojo
Lanius collurio
Alcaudón real
Lanius meridionalis
Alondra común
Alauda arvensis
Alondra totovía
Lullula arborea
Anade azulón
Anas platyrhynchos
Ánade friso
Anas strepera
Arrendajo
Garrulus glandarius
Avión común
Delichon urbicum
Azor común
Accipiter gentilis
Barbo común
Luciobarbus bocagei
Bermejuela
Chondrostoma arcasii
Bisbita alpino
Anthus spinoletta
Bisbita arbóreo
Anthus trivialis
Bisbita común o Pratense
Anthus pratensis
Blanca del majuelo
Aporia crataegi
Blanca esbelta
Leptidea sinapis
Blanquita de la col
Pieris rapae
Blanquiverdosa
Pontia daplidice
Bordallo o bordillo
Qualius carolitertii
Boyeria irene
Boyeria irene
Buitre leonado
Gyps fulvus
Buitre negro
Aegypius monachus
Busardo ratonero
Buteo buteo
C blanca
Polygonia c-album
Caballito del diablo rojo
Pyrrhosoma nymphula
Cabra Montés
Capra pyrenaica
Canela estriada
Lampides boeticus
Cárabo común
Strix aluco
Carbonero común
Parus major
Carbonero garrapinos
Parus ater
Cardenillo
Tomares ballus
Carpín
Carassius auratus
Cejialba
Callophrys rubi
Cernicalo vulgar
Falco tinnunculus
Chocha perdiz
Scolopax rusticola
Chochín común
Troglodytes troglodytes
Chotacabras europeo o gris
Caprimulgus europaeus
Chova piquirroja
Pyrrhocorax pyrrhocorax
Ciervo común o venado
Cervus elaphus
Ciervo volante
Lucanus cervus
Cinabrio
Tyria jacobaeae
Codorniz común
Coturnix coturnix
Cogujada común
Galerida cristata
Cogujada montesina
Galerida theklae
Colias común
Colias crocea
Comadreja
Mustela nivalis
Conejo común o conejo europeo
Oryctolagus cuniculus
Corneja negra o común
Corvus corone
Corzo
Capreolus capreolus
Cuco común
Cuculus canorus
Cuervo
Corvus corax
Curruca capirotada
Sylvia atricapilla
Curruca carrasqueña
Sylvia Cantillans
Curruca mirlona
Sylvia hortensis
Curruca mosquitera
Sylvia borin
Curruca rabilarga
Sylvia undata
Curruca zarcera
Sylvia communis
Desmán ibérico
Galemys pyrenaicus
Doncella de la centaura
Melitaea phoebe
Doncella de la madreselva o de ondas rojas
Euphydryas aurinia
Doncella del gordoglobo
Melitaea trivia
Dorada de linea larga
Thymelicus sylvestris
Dorada de orla ancha
Ochlodes venata
Enallagma cyathigerum
Enallagma cyathigerum
Erizo común o europeo
Erinaceus europaeus
Escarabajo carpintero
Ergates faber
Escribano cerillo
Emberiza citrinella
Escribano montesino
Emberiza cia
Escribano soteño
Emberiza cirlus
Esfinge del roble
Marumba quercus
Estornino negro
Sturnus unicolor
Falsa limbada
Polyommatus semiargus
Falso abencerraje ibérico
Pseudophilotes panoptes
Gallipato
Pleurodeles waltl
Gamo
Dama dama
Garduña
Martes foina
Garza real
Ardea cinerea
Gato montes
Felis silvestris
Gavilán común
Accipiter nisus
Gineta
Genetta genetta
Gitana o zigena de cinco puntos
Zygaena trifolii
Gitana o zigena de seis puntos
Zygaena filipendulae
Gitanilla real
zygaena sarpedon
Gobio
Gobio lozanoi
Golondrina común
Hirundo rustica
Golondrina dáurica
Hirundo daurica
Gorrión chillón
Petronia petronia
Gorrión común
Passer domesticus
Gorrión molinero
Passer montanus
Grajilla
Corvus monedula
Gran pavón
Saturnia pyri
Grulla común
Grus grus
Herrerillo capuchino
Lophophanes cristatus
Herrerillo común
Cyanistes caeruleus
Hormiguera oscura
Maculinea nausithous
Icaro de dos puntos
Polyommatus icarus
Jabalí
Sus scrofa
Jilguero
Carduelis carduelis
Lagartija carpetana
Iberolacerta cyreni
Lagartija cenicienta
Psammodromus hispanicus
Lagartija colilarga
Psammodromus algirus
Lagartija ibérica
Podarcis hispanica
Lagartija roquera
Podarcis muralis
Lagarto ocelado
Timon lepidus
Lagarto verdinegro
Lacerta schreiberi
Lamprehuela
Cobitis calderoni
Lavandera blanca
Motacilla alba
Lavandera cascadeña
Motacilla cinerea
Lechuza común
Tyto alba
Lestes virens
Lestes virens
Lestes viridis
Lestes viridis
Libélula anillada
Cordulegaster boltonii
Libelula cernicalo
Onychogomphus uncatus
Libélula deprimida
Libelulla depressa
Libélula flecha roja
Sympetrum sanguineum
Liebre ibérica
Lepus granatensis
Limonera
Gonepteryx rhammi
Lirón careto
Eliomys quercinus
Loba
Maniola jurtina
Lobito agreste
Pyronia tithonus
Lobo ibérico
Canis lupus
Lución
Anguis fragilis
Lúgano
Carduelis spinus
Manchas verdes
Glaucopsyche alexis
Mantis enana
Ameles spallanziana
Manto bicolor
Lycaena phlaeas
Manto oscuro sureño
Lycaena tityrus bleusei
Manto púrpura
Lycaena alciphron
Mariposa apolo, Pavón diurno
Parnassius apollo
Mariposa isabelina
Graellsia isabelae
Medioluto ibérica
Melanargia lachesis
Medioluto montañera
Melanargia russiae
Milano real
Milvus milvus
Minerva
Melitaea parthenoides
Mirlo acuático europeo
Cinclus cinclus
Mirlo capiblanco
Turdus torquatus
Mirlo común
Turdus merula
Mito
Aegithalos caudatus
Morena
Aricia cramera
Mosquitero común
Phylloscopus collybita
Mosquitero papialbo
Phylloscopus bonelli
Murciélago de cueva
Miniopterus schreibersi
Murciélago enano o común
Pipistrellus pipistrellus
Murciélago grande de herradura o Rinolofo gra
Rhinolophus ferrumequinum
Murciélago hortelano
Eptesicus serotinus
Murciélago orejudo dorado
Plecotus auritus
Murciélago orejudo meridional
Plecotus austriacus
Murciélago pequeño de herradura
Rhinolophus hipposideros
Murciélago rabudo
Tadarida teniotis
Murciélago ratonero grande
Myotis myotis
Murciélago ratonero ribereño
Myotis daubentonii
Musaraña gris o común
Crocidura russula
Musarañita
Suncus etruscus
Nóctulo pequeño o menor
Nyctalus leisleri
Nutria
Lutra lutra
Oropendola
Oriolus oriolus
Paloma torcaz
Columba palumbus
Paloma zurita
Columba oenas
Papamoscas cerrojillo
Ficedula hypoleuca
Pardillo común
Carduelis cannabina
Pavo real
Inachis io
Perdiz roja
Alectoris rufa
Petirrojo
Erithacus rubecula
Pico picapinos
Dendrocopos major
Picogordo
Coccothraustes coccothraustes
Pinzón real
Fringilla montifringilla
Pinzón vulgar
Fringilla coelebs
Piquituerto
Loxia curvirostra
Pito real
Picus viridis
Querquera
Satyrium esculi
Rabilargo
Cyanopica cyanus
Rana patilarga
Rana iberica
Rata de agua
Arvicola sapidus
Rata negra o campestre
Rattus rattus
Rata parda
Rattus norvegicus
Ratón común o casero
Mus musculus
Ratón de campo
Apodemus sylvaticus
Ratón moruno
Mus spretus
Reyezuelo listado
Regulus ignicapilla
Roquero rojo
Monticola saxatilis
Saga pedo
Gryllus (Tettigonia) pedo Pallas
Salamandra común
Salamandra salmandra
Salamanquesa común
Tarentola mauritanica
Sapillo moteado común
Pelodytes punctatus
Sapillo Pintojo ibérico
Discoglossus galganoi
Sapo común
Bufo bufo
Sapo corredor
Epidalea calamita
Sapo de espuelas
Pelobates cultripes
Sapo partero común
Alytes obstetricans
Sapo partero ibérico
Alytes cisternasii
Sátiro negro
Satyrus actaea
Sofía
Issoria lathonia
Sympecma fusca
Sympecma fusca
Sympetrum striolatum
Sympetrum striolatum
Tarabilla norteña
Saxicola rubetra
Tejón
Meles meles
Topillo campesino
Microtus arvalis
Topillo nival
Chionomys nivalis
Topo iberico
Talpa occidentalis
Trepador azul
Sitta europaea
Triguero
Miliaria calandra
Tritón jaspeado
Triturus marmoratus
Tritón pigmeo
Triturus pygmaeus
Trucha común
Salmo trutta
Turón
Mustela putorius
Urraca
Pica pica
Valeria jaspidea
Valeria jaspidea
Vanesa de los cardos
Vanessa cardui
Vencejo común
Apus apus
Verdecillo
Serinus serinus
Verderón serrano
Serinus citrinella
Víbora hocicuda
Vipera latasti
Zapatero o Chinche de las malvas
Pyrrhocoris apterus
Zorro
Vulpes vulpes
Zorzal charlo
Turdus viscivorus
Zorzal común
Turdus philomelos
Abejero europeo
Categoría
Aves
Nombre científico
Pernis apivorus
Características
Longitud 52-59 cm, con una envergadura de 113-135 cm. La coloración de esta especie presenta considerables diferencias individuales, se ha llegado a distinguirse hasta 10 fases de plumaje diferentes. Las partes inferiores son claras y están provistas de un profuso barreado transversal marronáceo, en tanto que las dorsales, parduzcas, resultan bastante más oscuras que las ventrales; la cola, por su parte, muestra un característico franjeado. La cabeza grisácea destaca el iris amarillo.
Ditribución
Se trata de una especie estival en nuestro territorio, cuyas principales áreas de cría se encuentran en el tercio norte peninsular, con núcleos importantes en los Sistemas Ibérico y Central y otros menores en las provincias de Zamora y Salamanca, la sierra del Moncayo, la serranía de Cuenca y las sierras de Las Villuercas.
Hábitat
Es un ave forestal con marcadas preferencias por los bosques caducifolios (hayedos, robledales, castañares) con zonas aclaradas cubiertas de pastizales, matorrales o cultivos. También puede ocupar formaciones de coníferas y, en menor medida, alcornocales, encinares o sotos fluviales.
Alimentación
La dieta de esta rapaz está basada en el consumo de avispas y abejorros, también puede consumir otros invertebrados (arañas y lombrices), pequeños vertebrados (anfibios, reptiles, mamíferos o pollos de aves) e incluso frutos.
Reproducción
El carácter gregario de la migración desaparece, y se torna solitario y agresivo. Cuando aparece la hembra, se inicia la fase de cortejo, y ambos miembros de la pareja se emplean en la reparación del nido utilizado la temporada anterior. La puesta consta de 1-3 huevos incubados por ambos adultos.
Conservación
Amenazas por pérdida de hábitat por repoblaciones con especies forestales foráneas o la construcción de urbanizaciones, etc. En el Libro Rojo de las aves de España está en la categoría de Preocupación menor y en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas aparece como De interés especial .

Historia
Las alturas de la Sierra de Guadarrama siempre fueron estratégicas para sus primeros pobladores. Se conservan restos de calzadas romanas y puentes, que atestiguan la importancia ancestral de estos pasos de montaña. Al comienzo de la Reconquista, el Sistema Central constituyó un territorio fronterizo, escenario frecuente de pugnas entre cristianos y musulmanes. En el siglo XIV, el "Libro de la Montería" de Alfonso XI, menciona por primera vez esta sierra, en relación con la caza mayor. Desde entonces, la actividad cinegética impulsó a los reyes a construir casas de campo y palacios de recreo en la zona: Valsaín, El Escorial, La Granja o Riofrío, han aportado patrimonio artístico al entorno serrano. El siglo XVIII trajo mejoras en las comunicaciones entre las dos vertientes, con los trazados del puerto de Guadarrama y Navacerrada. La sierra fue escenario bélico clave en la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil Española. La aspiración de declarar la sierra Parque Nacional es antigua. En el siglo XX, intelectuales atraídos por sus valores naturales y paisajísticos, preocupados por su protección, desarrollaron iniciativas decisivas en su historia: Giner de los Ríos y Bernardo de Quirós, impulsaron la Institución Libre de Enseñanza, que puso el foco científico y educativo sobre Guadarrama. Reunió naturalistas, científicos, humanistas, artistas, profesores y montañeros para fomentar su conocimiento. En 1923, la Sociedad de Alpinismo de Peñalara solicitó por vez primera la creación del Parque Nacional, y hasta su declaración en 2013, ha pasado por diferentes figuras de protección. En el proceso, oficios tradicionales ya perdidos, han dado paso a las actuales ganadería extensiva, gestión forestal, y a un turismo en auge.

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Curiosidades
Actividades tradicionales: gabarrería y carboneo
El aprovechamiento de la nieve de los neveros
El reflejo de la sierra de Guadarrama en la literatura
La carretera de la República y las comunicaciones Segovia-Madrid
La colonia del Buitre Negro en el Alto Valle del Lozoya
La mariposa graellsia isabelae. Descubrimiento, nombre y ecología
La Pedriza: origen y leyendas
La reintroducción de la Cabra Montés en la sierra de Guadarrama
Leyendas de la sierra de Guadarrama
Trabajos de recuperación de la cubierta arbórea: repoblaciones forestales
Actividades tradicionales: gabarrería y carboneo
El aprovechamiento de la leña en esta sierra es un derecho tradicional que se remonta a la Edad Media. Los gabarreros eran leñadores que limpiaban el bosque de ramas secas, árboles caídos, troncos muertos y restos de árboles talados. El nombre de la profesión, la gabarrería, se debe al tipo de hacha con la que trabajaban, llamada gabarrera. Transportaban la madera con ayuda de burros, mulas, caballos o carros tirados por bueyes. La leña se vendía para consumo doméstico, y en casos como los gabarreros de Valsaín, el destino era la Fábrica de Vidrio de La Granja o la Fábrica de Loza de Segovia. Los gabarreros mantenían el bosque limpio, evitando plagas y reduciendo el riesgo de incendio. Durante la posguerra, éste oficio fue la forma de sobrevivir en la sierra. Hoy está prácticamente extinguido. En el oficio de carbonero, conocido también como fabriquero, se elaboraba carbón vegetal a partir de leña de roble. Se transportaba en carros a los pueblos y ciudades de Segovia y Madrid, donde se utilizaba como combustible para estufas, braseros o industrias. Esta actividad se desarrolló en la Sierra de Guadarrama hasta mediados del siglo XX, y fue el más intensivo de todos los usos tradicionales en los montes, lo que produjo la sobreexplotación de numerosos robledales.
